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martes, 25 de febrero de 2014

Trama macabra, y cheeseburger



         Llegamos a la última película de Alfred Hitchcock, Trama Macabra (Family Plot, 1976). El maestro ya contaba con 76 años y moriría 4 años después. El film es de un humor negro total y está basado en el libro The Rainbird Pattern, de Victor Canning.


 


          Cuenta la vida de la falsa vidente Blanche Tyler (Bárbara Harris) que fue contratada para localizar al sobrino de una mujer anciana, rica y culpógena, Julia Rainbird (Cathleen Nesbitt). Tras la muerte de su hermana ella había entregado al sobrino, Edward Shoebridge, en adopción. Ahora que su vida llega al final, Julia quiere hacerlo su heredero y pagará a Blanche la suma de U$S 10.000 si lo encuentra.




         Blanche cuenta con la colaboración de su novio, el taxista George Lumley (Bruce Dern).




         George descubre que el joven ha fallecido, pero se entera luego que un tal Joseph Maloney (Ed Lauter) pagó por una lápida sobre una tumba vacía.

Shoebridge asesinó a sus padres adoptivos, fingió su propia muerte y se convirtió, bajo el nombre de Arthur Adamson (William Devane). 






          En realidad, no es nada más que un criminal que con la ayuda de su novia Fran (Karen Black), secuestra millonarios a cambio de rescate en piedras preciosas.





Llega el momento del alivio cómico en la película. Para mostrar el modo de vida confuso de esa pareja en contraste con la otra, Hitchcock muestra a Blanche y George discutiendo el caso mientras preparan una deliciosa y divertida hamburguesa con queso.



 
          Mientras realizan esa ingenua comida, reciben el llamado de alguien que dice tener algo que informar. Se trata de Arthur quien, sabiendo que están tras los pasos de Shoebridge, pide a Maloney que mate a Blanche y George.






Pero nadie llega. Mientras esperan, Maloney corta el freno del automóvil de la pareja. La escena empieza con mucha tensión, bajando la ladera con el coche sin frenos, y se va transformando en cómica a medida que George intenta frenarlo.





 

 
           Ellos salen ilesos del incidente. 






         Maloney intenta atropellarlos, pero al intentar desviar el auto en la ruta termina precipitándose por un precipicio.




         En el funeral, la esposa de Maloney (Katherine Helmond) confiesa a George el falso nombre de Shoebridge, Arthur Adamson. 




         Blanche llega hasta Adamson y habla sobre la herencia. Pero como había otra persona secuestrada en la casa, la pareja detiene a Blanche y la droga. 




                          
         George sigue a su novia, la salva y ambos entregan a los falsos joyeros a la policía.





         Trama macabra, de macabro no tiene realmente nada, y por el contrario, se trata de una película muy divertida. Es una producción con todo aquello que Hitchcock sabía hacer muy bien: suspenso con humor. Y comida, por supuesto.


                                      

Hamburquesa con queso - Cheeseburger


Ingredientes 

500g de carne picada
1 cebolla
sal 
pimienta
queso en fetas
lechuga
tomate en rodajas
mayonesa
pan


Preparación
En un bol, mezcle la carne con la cebolla bien picada, condimente con sal y pimienta.
Modele las hamburguesas del tamaño preferido. Grille en una sartén caliente con un poco de aceite. Coloque el queso por encima y espere a que se derrita.
Luego arme el sándwich con lechuga, tomate y mayonesa.
































jueves, 20 de febrero de 2014

Frenesí, y “souppe de poisson”



        Frenesi (Frenzy, 1972) marca el final de la obra de Alfred Hithcock. En primer lugar dado que se trata de su penúltimo film. Luego, porque parece ser una especie de inventario de toda su obra. Aún no siendo su último trabajo, el director vuelve a filmar en Londres en una producción en la que aparecen reunidos todos sus temas: rubias, secretos, asesinatos, hombre acusado de crimen que no cometió, locaciones famosas, triángulo amoroso, MacGuffin, humor negro y, como no podía faltar, discusión acerca de asesinatos durante la cena.
             
         Además de filmar en su tierra natal, Frenesí tiene un toque biográfico ya que su padre tenía un puesto de frutas y verduras en Covent Garden, donde transcurre la trama.
             
          La historia está basada en la novela “Goodbye Piccadilly, Farewell Leicester Square”, del escritor y guionista inglés Arthur La Bern. 





         La película empieza con un plano general de Londres. Vemos la ciudad y el río Támesis que la corta. La cámara cierra en un grupo de personas escuchando un discurso político con la promesa de limpieza del río. En ese momento, uno de los oyentes avista en el mismo un cuerpo desnudo de mujer que flota con una corbata envuelta en su cuello: este es un tipo de contaminación poco común. Se trata de la confirmación de un nuevo crimen del “asesino de la corbata”.




           Hay un corte para Richard Blaney (Jon Finch), terminando de vestirse y haciendo el nudo de la corbata. Blaney es el ex líder del escuadrón de la RAF.





         Él acaba de perder su trabajo en un pub donde trabajaba junto a su novia Bárbara (Anna Massey).




         Su amigo Robert Rusk (Barry Foster), un exitoso comerciante de frutas y verduras del mercado Covent Garden, le ofrece su apoyo.




Desempleado y sin dinero, Blaney procura a su ex esposa, Brenda (Bárbara Leigh-Hunt), en su agencia de casamientos. Blaney es un tipo nervioso, enojado con su situación y volcado a la bebida, circunstancia que lo torna un poco violento. La secretaria de Brenda es testigo de esa conducta.




 
 
           Robert Rusk es uno de los clientes de la agencia, pero Brenda no logra encontrarle una esposa. Rusk es un pervertido sexual y busca mujeres sadomasoquistas. Rusk llega a la agencia en el momento en que la secretaria sale a almorzar. Le exige a Brenda que le consiga una esposa, respondiéndole ella que no es el tipo de cliente con el que trata y que busque en otro sitio. 



 

Rusk reacciona diciéndole que no quiere otro sitio, sino que la quiere a ella.





 

           Termina abusando de ella y la asesina en una escena larga, realista y tensa.



 

          Blaney llega a la agencia y encuentra la puerta trabada. Cuando está por irse llega la secretaria que lo ve, encuentra el cuerpo de Brenda y lo incrimina.



 

         Mientras la policía va tras los pasos de Blaney, Bárbara, su novia, es despedida del pub, y sin un lugar donde ir, acepta la ayuda de Rusk que le ofrece su departamento.
             
          Rusk la termina matando, pero luego de hacer desaparecer el cuerpo arrojándolo en un camión de papas, se da cuenta de la falta de un alfiler con la inicial de su nombre que en medio de la lucha quedó en manos de Bárbara.




 
           Regresa al lugar donde dejó el cadáver y, en otra escena larga y tensa, intenta sacarlo de la mano de su víctima, pero atento la rigidez del cuerpo tiene que quebrar dedo por dedo hasta hacerse de nuevo con el alfiler.





          En su casa de Oxford (Alec McCowen), el investigador de la policía, conversa con su esposa (Vivien Merchant) durante la cena. A ella le encanta cocinar y está haciendo un curso de culinaria francesa por lo que está sirviendo en esta oportunidad soupe de poisson, una sopa de pescado. Él examina el plato que tiene una apariencia horrible pues está hecho con lenguado, pez-sapo y pez-gallo. Vuelve a volcar la sopa en la sopera mientras ella no lo mira. Hay allí una referencia clara a la imagen del cuerpo flotando en el río.




          En una segunda cena, ella cocina grissini, esos palitos largos, especie de bizcochos hechos a base de harina. Mientras discuten acerca del crimen, ella, atenta a lo que dice su marido, va quebrando el bizcocho, pedazo por pedazo, y el sonido es el mismo que el de los dedos de Bárbara en su momento.





       Todos los platos servidos al inspector tienen una referencia a uno de los asesinatos, en metáforas como si el cuerpo sirviese de alimento para el propio cuerpo. Pero al mismo tiempo, como a él no le gusta esa comida e intenta de todas formas ocultar su insatisfacción, llega a ser cómico. La comida, al paso de tener un primer significado, funciona como alivio en una trama tan pesada.
             
        Luego de la muerte de su novia, Blaney pide ayuda a Rusk, que lo incrimina colocando la ropa de Bárbara en su valija y la entrega a la policía.




         A Blaney lo juzgan y condenan, pero, en el tribunal, acusa a Rusk y su promesa de venganza hace con que el inspector desconfíe que podría estar diciendo la verdad. Blaney planea su fuga inventando un accidente dentro de la cárcel. Es trasladado a un hospital de donde huye y parte detrás de Rusk. Una vez en su departamento, Blaney observa la forma de un cuerpo en la cama y comienza a golpearlo, pero no se trata del asesino, sino de otra mujer abusada y estrangulada con una corbata. El inspector de la policía llega y, cuando todo indica que Blaney será incriminado una vez más, Rusk aparece, sin corbata y cargando una valija vacía.

Luego de los fracasos anteriores. Hitchcock vuelve a reconciliarse con el éxito. Ya con una edad avanzada, continúa siendo osado. Prueba de ello es el realismo de la escena de la violación y asesinato de Brenda y la escena del cadáver junto a las papas. Técnicamente, Hitchcock sigue utilizando la cámara de manera perfecta, como en el cuadro del asesinato de Bárbara en el que no vemos nada, ya que la cámara sigue a los dos hasta la puerta del departamento de Rusk y cuando ambos ingresan la cámara hace el camino inverso hasta la calle. Es como si no hiciera falta entrar para saber lo que va a ocurrir. Como siempre, Hitchcock juega con el público, mezcla horror con comedia y retoma su papel de narrador de thriller.


Soupe de poisson - Sopa de peixe 





Ingredientes                                                                                                                           

1 kg de filet de lenguado
1⁄2 kg de camarones
200g de mejillones
1 cuchara (té) de ajo picado
1⁄2 vaso de vino blanco 
3 cucharas (té) de azafrán en polvo
2 cucharas (sopa) de aceite de oliva
1 cebolla picada
1 hoja de laurel 
1⁄2 zanahoria picada
tomillo
romero 
3 cucharas de extracto de tomate
2 cucharas (té) de sal 

Preparación

Limpie el lenguado, los camarones y mejillones, dejando marinar en la mezcla de vino blanco y azafrán.
Rehogue la cebolla y el ajo en el aceite junto al tomillo y romero. Agregue la zanahoria y el laurel. Reúna ahora el tomate y revuelva bien agregando luego el vino de la marinada. Cubra con agua, sale y deje hervir. Incorpore el pescado, los camarones y los mejillones. Deje cocinar y sirva.